El Programa de Juego Responsable incluye información científica para reconocer patrones de juego que son perjudiciales para la salud mental de cualquier persona. 

¿Quiere saber si es un jugador patológico o ludópata ?

La ludopatía se reconoce por la pérdida de control en la manera de jugar. Una dependencia emocional hacia el juego, y un deterioro en el funcionamiento de su vida, esto se traduce en problemas familiares, en el trabajo y entorno, ligado a sus cambios de carácter por su razonamiento que le dice que debe jugar más. ​

​Un ludópata aumenta la frecuencia y monto de las apuestas. Sus pensamientos o deseos de jugar aumentan durante el día, sobre todo si pierde. Todo esto se ve fortalecido por dos pensamientos fuertes:​

  • Optimismo desmedido: “Esta jugada es la mía, seguro que en esta gano” ¿Lo reconoces?​

  • Creencias supersticiosas: Usar prendas o amuletos que atraigan la suerte y ganar grandes cantidades de dinero. ¿Te ha pasado?

¿Cómo saber si se está acercando a la ludopatía?

Un jugador patológico cree que puede controlar el resultado de sus apuestas. Esto implica que el jugador desconoce los principios del azar, y cree erróneamente que puede llegar a controlar los resultados, adoptando diferentes estrategias, basadas en su supuesta habilidad.​

Otro pensamiento propio de personas con esta patología, es la atribución de un significado especial a sus “presentimientos” de ganancias próximas o “días de suerte”. Lo cierto es que, una adicción puede estar desviándole de su rutina de vida saludable y afectando su vida personal y familiar. ​

¿Cómo reconocer si tiene una adicción?

​El grupo Codere lo define como un sentimiento incontrolable dirigido hacia un objeto determinado, que se repite frecuentemente. Existen diferentes tipos de adicciones, pero la de un ludópata es comportamental, es decir, cuando este impulso se dirige hacia una conducta o comportamiento.​

​La característica esencial del juego patológico (Ludopatía), reside en su condición como comportamiento de juego descontrolado, persistente y recurrente, que altera la vida personal, familiar o profesional. Si siente que esta patología le está afectando, le invitamos a buscar ayuda, evitar visitar salas de juegos y buscar el respaldo de un familiar cercano que lo acompañe en el proceso de recuperación.​